A lo largo de nuestra vida pasamos muchas horas en nuestro lugar de trabajo. En las oficinas, como en cualquier otro ambiente, hay cabida para todo tipo de gxente. También para aquellas personas que, con su comportamiento o su forma de ser, nos roban la energía y acaban con nuestro buen humor. Por eso, toparse con una persona tóxica, que enrarezca el ambiente del lugar de trabajo, supone todo un reto. Pero si además esa persona es tu jefe, la cuestión puede tornarse en una situación de difícil salida.
Tipo de jefes tóxicos
Hay una serie de rasgos que identifican a este tipo de personas. Entre ellas encontramos los siguientes:
1.- Los pesimistas: son ese tipo de personas que solo ven el lado negativo de cualquier situación. Todo, absolutamente todo, es negativo, pero ellos creen que su visión es realista.
2.- Los envidiosos: son los que, de alguna forma, cuestionan tu valía y tu potencial por el simple hecho de desearlo.
3.- Los victimistas: logran que otros empaticen con ellos. Hacen que sientas pena por todo lo que les pasa y culpan a los otros, con tal de no asumir responsabilidades.
4.- Los “gasligthers”: viven en su realidad paralela e intentan hacerte dudar de tu propia percepción.
5.- Los narcisistas: carecen de empatía y tienden a creerse mejores que los demás. Son ese tipo de personas que te hacen sentir de menos.
6.- Los controladores: pueden llegar a ser asfixiantes con su deseo de controlar todo y a todos. Desconfía de todos y cuestiona el trabajo del equipo.
En general, este tipo de jefes son expertos en evitar las responsabilidades, en culpar a los demás de todo y, en definitiva, en echar balones fuera. A veces, ni siquiera son conscientes del daño que generan y sus emociones y reacciones suelen ser intensas.
¿Cómo actuar frente a ellos?
Realmente no hay una receta mágica que convierta a estas personas en llevaderas, pero sí que puedes poner en práctica algunos comportamientos que te hagan la situación más llevadera.
- Reduce el contacto al mínimo: A veces, esto es muy complicado, pero procura reducir la relación al mínimo indispensable. Si puedes, comunicate vía mail y no des pie a más conversación.
- Pon límites claros y firmes: Hay barreras que no deben saltarse y deben quedar claras cuáles son.
- Se asertivo: es importante que la persona tóxica sepa cómo hace sentir, que vea que su comportamiento tiene consecuencias negativas.
- Busca apoyo: si la situación llega a interferir en el trabajo, es hora de que Recursos Humanos u otros superiores tomen cartas en el asunto.
¿Necesitas ayuda profesional?
Pero si la situación llega a desbordarse y afecta a nuestra vida o nuestra salud, siempre puedes pedir ayuda profesional. Si ese es tu caso y buscas a alguien que te escuche y te ayude a clarificar cómo te sientes, considera la posibilidad de hablar con un psicólogo online.
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