Toda la vida hemos escuchado que hay una conexión entre la ansiedad y la actividad física. Esta última nos puede ayudar a regular emociones, aliviar el estrés y mejorar nuestro estado de ánimo.
El ejercicio físico es fácilmente una de las mejores estrategias para lidiar con el estrés. Sin embargo, no es el único tipo de ejercicio que te puede ayudar. Veamos los distintos ejercicios para la ansiedad y cómo los puedes usar dependiendo del contexto.
Ejercicios para la ansiedad
- Ejercicios físicos para la ansiedad
Lo ideal es que te ejercites con frecuencia y tengas una rutina establecida de ejercicio. Esto te ayudará a reducir los efectos del estrés del día a día y mantener un buen estado de ánimo. La clave es escoger un tipo de ejercicio que disfrutes de verdad. Ya sea CrossFit, natación, levantamiento de pesas, pilates, o algún deporte que te guste.
Cuando te encuentres en un momento de mucho estrés, tensión, o ansiedad, recurrir a actividades como caminar, trotar, estiramientos, o incluso bailar te ayudará a procesar y soltar. Estos ejercicios físicos son cosas que puedes hacer fácilmente para ralentizar tus pensamientos antes de perder el control.
- Ejercicios de respiración para la ansiedad
Si por cualquier razón no puedes recurrir al ejercicio físico cuando te sientes muy ansiosa o estresada, los ejercicios de respiración son igual de efectivos y los puedes hacer en cualquier lugar.
Hay varios ejercicios de respiración que puedes usar. El más sencillo consiste en tomar aire por la nariz profundamente contando hasta 3, retenerlo por 3 segundos, y soltarlo de manera controlada contando hasta 3.
Repite el mismo proceso 3 o 4 veces y te sentirás mucho más centrada para afrontar la situación. Otros ejercicios incluyen la respiración relajante, la respiración abdominal, la respiración alternada y la respiración energizante, entre otras. Te recomendamos explorar las técnicas para ver cuál te funciona mejor.
- Ejercicios de relajación para la ansiedad
Los ejercicios de relajación para la ansiedad son un complemento importante y deberían ser parte de tu rutina diaria. No solo para el manejo de la ansiedad, sino también para el manejo del estrés y las emociones fuertes que a menudo amenazan con derrumbarnos.
Por ejemplo, la visualización consiste en cerrar los ojos y enfocarse en crear imágenes mentales detalladas. Esto te ayuda a conectar con el presente y relajarte. La aromaterapia es otra buena opción y recomendamos aromas como la lavanda y el jazmín, conocidos por facilitar la relajación.
No podemos olvidar que la meditación es un ejercicio poderoso de relajación, ya sea meditación de silencio, de respiración relajada o de atención enfocada. Escribir en un diario, pintar mandalas, tejer u otras manualidades, y la lectura también son estrategias excelentes.
Conclusión
Los ejercicios para la ansiedad, ya sean físicos, de respiración o de relajación, son salvavidas muy efectivos. Aprender cuándo recurrir a ellos e integrarlos a tu rutina diaria se convertirá en tu superpoder contra el estrés y la ansiedad.
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